Cuando tratamos de lograr eficiencia energética, no existe una solución única. Sin embargo, tiene sentido que abordemos una serie de áreas, entre las que se incluyen: motores y variadores, compresores de aire, equipos operativos, sistemas de climatización y calidad eléctrica. La eficiencia energética en estas áreas puede suponer una reducción del consumo, una mejora del rendimiento y una prolongación de la vida útil de los equipos.